En esta foto estoy retratado con un tanque de agua en el área de las ruinas de Sardis.

En la ciudad de Sardis estaba localizada una de las siete iglesias del Apocalipsis. Según la historia, en dicho lugar se invento la moneda y era famosa por el oro. Sardis también era conocida por la industria de lana y el arte de teñiría. La ropa de lana teñida de Sardis se vendía bastante. De hecho, esta ciudad decía que fueron ellos quienes inventaron lo de teñir la lana.

En la foto superior, estoy parado en donde se cree estaba localizada una tienda de pintura que consistía de dos habitaciones. El tanque de agua con el cual estoy retratado es de mármol y las cruces del tanque podrían ser una indicación de que el dueño del negocio era cristiano.

Este rótulo habla de lo que se cree era la tienda de pintura.

Según dice el rótulo que retraté, la tienda puede que haya sido usada para la preparación de tintes y pinturas. Como dije, Sardis era conocida por el arte de teñir lana. La tintorería era una especialidad en esta ciudad. El rótulo también declara que es posible que la sección mas pequeña de la tienda haya sido utilizada para almacenar y que probablemente en la otra parte se moliera pigmentos usando un mortero de piedra.

Aquí podemos visualizar parte del rótulo más de cerca con una ilustración de lo que se cree era la tienda de pintura y con el recipiente para el agua con las dos cruces.

En Apocalipsis 3:4 Jesucristo dijo que habían unas pocas personas en Sardis que no habían manchado sus vestiduras. En otras palabras, no estaban «TEÑIDOS» con el pecado. ¿Puede ver usted como el Señor hace referencia a la practica de teñir lana en la ciudad cuando habla de las vestiduras que no estaban manchadas? ¡Interesante! Dios quiere que nosotros tengamos vestiduras blancas. El pecado mancha o «tiñe» nuestra apariencia espiritual. Si usted que lee este artículo vive una vida pecaminosa y sin Cristo le invito a que le abra su corazón a Dios. No importa cuan grande sean las manchas de tu alma, la sangre de Jesús te puede limpiar. Isaías 1:18 dice, «Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.» Y 1ra de Juan 1:9 dice, «Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.»

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