Cuando estuve en la Isla de Patmos en Abril de este año 2023. En la foto se puede ver el pueblo de Skala más abajo.

Patmos está situada en el Mar Egeo entre Turquía y Grecia y es una de las islas griegas del Dodecaneso. La palabra Dodecaneso significa «doce islas». Esta isla tiene una población de más o menos tres mil personas y el idioma oficial es el griego. Tiene dos pueblos principales, Skala y Chora. La isla de Patmos es visitada por muchos turistas. No hay aeropuerto en el lugar pero se puede llegar en barco. Patmos tampoco tiene hospital, pero sí tiene un centro de salud. En casos de emergencias personas pueden ser transportadas a Grecia en helicóptero desde una base militar que está localizada en la isla o son llevadas en barco.

Patmos es mencionada solamente una vez en las Sagradas Escrituras, en Apocalipsis 1:9. El Apóstol Juan fue desterrado a ese lugar por el Emperador Domiciano en 95 o 96 d.C. Fue en esa isla donde el apóstol recibió de parte de Dios el último libro de la Bíblia. En abril de este año 2023 se cumplió uno de mis sueños ya que pude ir a Patmos. Fue una buena experiencia.

La isla de Patmos es hermosa.

Estando en la isla visité lo que se conoce como la «Gruta del Apocalipsis». También se le llama la «Cueva del Apocalipsis». Según la tradición, fue en esta cueva donde Jesucristo se le apareció a Juan y también recibió el libro del Apocalipsis.

Esta es la entrada de la «Cueva del Apocalipsis». Como podrá notar, en la parte superior de la entrada hay una imagen del Apóstol Juan.

La cueva es supervisada por la Iglesia Griega Ortodoxa. Dentro de ella hay una sección que se cree era donde Juan dormía. No tomé fotos ni videos dentro de la cueva ya que está prohibido. No lejos de la cueva hay una inscripción que dice en inglés, «SAGRADA CUEVA DEL APOCALIPSIS YO ESTABA EN LA ISLA DE PATMOS (APOCALIPSIS CAPÍTULO A 9)».

Aquí estoy retratado con la inscripción que dice , «SAGRADA CUEVA DEL APOCALIPSIS» en inglés. Esto es a poca distancia de la cueva.

Esta es la misma inscripción pero más de cerca.

Este rótulo habla de la cueva. Las palabras están en griego y en inglés.

En la isla también hay un monasterio conocido como el «Monasterio de San Juan el Teólogo» el cual está ubicado en el pueblo de Chora. En ese lugar, el cual fue construido en honor a Juan, viven monjes ortodoxos griegos. En esa área hay manuscritos antiguos guardados los cuales ví con mis propios ojos. Hasta tienen un antiguo horno de pan en exhibición.

Lo que parece un castillo es parte del «Monasterio de San Juan el Teólogo».

Aquí estoy en una área del monasterio.

Según la información dada aquí, en el 1999 UNESCO declaró que la cueva es patrimonio de la humanidad junto con el monasterio.

Desde el monasterio se puede contemplar tres molinos que son mundialmente famosos. Los molinos se usaban para moler trigo . Dos de ellos fueron construidos en el año 1588 y el tercero fue construido en 1863. Los molinos fueron abandonados en los años cincuenta del siglo pasado. Sin embargo, en el 2010 se empezó a trabajar en la restauración de los molinos. Uno de ellos es utilizado como museo y para moler trigo, otro es usado para generar electricidad con el viento y había planes ( no se si ya lo estan haciendo) para que el tercero fuera usado para bombear agua.

Las famosos molinos de Patmos.

Otra foto con los molinos.

Rótulos en la isla señalando como llegar al monasterio, los molinos y una famosa mansión la cual no visité.

Otro letrero en Patmos.

Menú de un restaurante en Patmos con palabras en griego e inglés.

Aunque mi tiempo en Patmos fue corto, fue una experiencia maravillosa estar en ese lugar bíblico. Dios escogió esta pequeñita isla para revelarle a Juan acontecimientos grandes que han de tomar lugar en la tierra. La isla de Patmos es real, lo que dice el último libro de la Bíblia es real. Dios no miente. Como iglesia debemos estar preparados para escapar de los juicios que le fueron mostrados a Juan en Patmos. Y a usted amigo, que todavía no ha hecho un pacto con Cristo le digo lo siguiente, entreguele su corazón a Jesús para que usted algún día vea el rostro de Dios en el cielo y no la tribulación que Juan vió en Patmos.

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